SEÑAS DE IDENTIDAD

A continuación se resumen los principios que vertebran el proyecto educativo en desarrollo y que suponen sus señas de identidad.

- La pasión por el aprendizaje y la curiosidad innata de todos los niños es un valor social de suma importancia, que la Escuela tiene como deber cuidar, proteger y fomentar.

- Los niños son constructores activos y competentes de la realidad.
- Las inteligencias son múltiples, así como las formas de aprendizaje. Los educadores tienen como labor principal acompañar en su desarrollo y aprendizaje a los niños, desde su singularidad única.

- La diversidad es un recurso fundamental y debe ser tratado como fuente de riqueza en la Escuela. La sociedad depende de una multiplicidad de talentos, no de la estandarización de las capacidades individuales.

- La acción educativa debe ser flexible y abierta al cambio, la evolución y el diálogo. Las familias son agentes fundamentales de la comunidad educativa y pueden ser formados para acompañar a sus hijos de una forma respetuosa y activa.

- El aprendizaje individualizado es un objetivo fundamental para el desarrollo de los potenciales de cada niño. No tiene sentido y es evitable que todos los niños se vean obligados a aprender lo mismo, de la misma forma, al mismo tiempo.

- El verdadero aprendizaje solo se produce desde el interés auténtico.
Las metodologías utilizadas serán siempre activas, basadas en experiencias reales, adecuadas a los intereses de los niños. La abstracción y sistematización debe ser siempre posterior a la experiencia tangible.

- La escuela debe ser transparente y estar abierta a la comunidad y a la participación de las familias.
Los maestros no deben ser los únicos agentes de la educación. La escuela puede abrirse al enriquecimiento mutuo con profesionales y especialistas de todos los ámbitos del conocimiento.

- La formación y participación de las familias y no solo de los niños, es un objetivo fundamental de la Escuela.

- No se puede preparar a los niños para un futuro imprevisible con estrategias educativas del siglo pasado. La innovación educativa, la formación continua y la apertura del profesorado a nuevos actores e ideas, deben ser un principio real y continuo de la Escuela.

- La tecnología es un medio de nuestro tiempo, cuyo dominio es fundamental y que nos brinda nuevas y apasionantes oportunidades para el aprendizaje individualizado.

- El desarrollo de la creatividad, el bilingüismo y el dominio tecnológico son conocimientos tan básicos del mundo actual y futuro, como el dominio de la lectoescritura y deben ser tratados como tales en la Escuela. El déficit de maestros bilingües no debe seguir retrasando la adquisición de un conocimiento básico como el inglés para todos los niños.

- El respeto de los ritmos madurativos debe ser un derecho inalienable de todo niño. El objetivo de la educación infantil en particular y de toda la educación en general, es brindar oportunidades de aprendizaje en la mayor cantidad de áreas del conocimiento posible. Enriquecer la visión del mundo y fomentar el desarrollo neurológico de los niños.

- El desarrollo armónico y equilibrado de ambos hemisferios cerebrales es una premisa fundamental. Por ello, la educación artística – plástica, aplicada, escénica y musical- debe tener tanto peso en la distribución horaria, como las materiales tradicionales, durante toda la educación infantil y primaria.

- La ecología y la responsabilidad social y medioambiental deben ser valores fundamentales de la Escuela, transversales a toda acción y aprendizaje.

- Es necesaria una estabilidad afectiva, seguridad y confianza para aprender, por lo que se hace fundamental crear vínculos estables y un ambiente de afecto y confianza concibiendo al adulto como una base segura.

- Priorizamos el proceso de aprendizaje sobre los contenidos, es decir, enseñar a aprender, de forma autónoma y desde el interés auténtico.


- Impulsar la maduración de personas autónomas y responsables supone tener en cuenta y poner los medios necesarios en la escuela para: atender las necesidades emocionales de cada niño, permitiendo su desarrollo personal libre de juicios externos; brindar herramientas de auto conocimiento físico y emocional; facilitar el pensamiento positivo y el sentido del humor; permitir la participación del niño en su proceso educativo, etc.

- El movimiento debe ser una realidad deseable en el aula. Queremos espacios educativos similares a hormigueros llenos de actividad, no espacios ordenados y estáticos, donde los niños deban permanecer durante horas en un mismo lugar escuchando sin comunicar.

- La escuela ha de tener ambientes (rincones, aulas) preparados, y ha de ser rica en materiales y experiencias.

- Es necesario fomentar el trabajo cooperativo y colaborativo, así como en el aprendizaje entre iguales.

- Se potenciará la auto evaluación. En el aprendizaje cada niño ha de ser responsable de su experiencia educativa.

- Para poder acompañar a los niños, los adultos han de entender su compromiso como adultos hacia su propio desarrollo personal.

- Un niño aprende a tratar a los demás, tal y como es tratado. Aprende a respetar si se le respeta, aprende a escuchar las necesidades de los demás, si siente atendidas las suyas.

- La escuela, junto con la totalidad de la Comunidad educativa, debe transmitir y potenciar la puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación desde una actitud responsable, libre y crítica, indispensable para la constitución de sociedades avanzadas, dinámicas y justas